¿Podemos utilizar inteligencia emocional en las aulas?

Para explorar este tema, entrevistamos al profesor Jairo, docente de tecnología en el OyG, quien nos brindó insights sobre las ventajas y desventajas de la inteligencia artificial en el ámbito educativo.

Según el profesor Jairo, una de las principales ventajas de la inteligencia artificial es su capacidad para analizar las necesidades individuales de los estudiantes en tiempo real. Esta capacidad permite un avance significativo en la interacción entre el estudiante y la tecnología, proporcionando una fuente de investigación más dinámica y personalizada.

Además de esta ventaja, la inteligencia artificial también puede mejorar la eficiencia en la gestión del tiempo en el aula, al automatizar tareas administrativas y permitir que los profesores dediquen más tiempo a la enseñanza personalizada y al apoyo individualizado a los estudiantes.

Sin embargo, el profesor también señala que existen más desventajas que ventajas asociadas con el uso de la inteligencia artificial en la educación. Una de las principales preocupaciones es que los estudiantes pueden volverse dependientes y menos motivados para buscar información por sí mismos. Esto puede tener un impacto negativo en el proceso de aprendizaje y en el desarrollo de habilidades críticas.

Otra desventaja importante es el riesgo de sesgo en los algoritmos de inteligencia artificial, lo que podría llevar a una distribución desigual de recursos y oportunidades educativas entre los estudiantes.

Es importante equilibrar el uso de la inteligencia artificial con el desarrollo de la inteligencia emocional en los estudiantes. La capacidad de comprender y gestionar las emociones es fundamental para el éxito académico y personal, y puede complementar el uso de la inteligencia artificial en el aula.

Para lograr este equilibrio, es necesario implementar programas educativos que fomenten el desarrollo de habilidades emocionales, como la empatía, la resiliencia y la autoconciencia. Esto puede realizarse a través de actividades prácticas, como ejercicios de mindfulness, debates en grupo y proyectos colaborativos que promuevan la cooperación y la comunicación efectiva.

Si bien la inteligencia artificial facilita en gran medida la organización y el acceso a la información, sigue siendo responsabilidad del usuario aplicar un criterio curatorial para discernir qué información es relevante y útil, y qué información no lo es.

Es esencial comprender y evaluar críticamente la información proporcionada por la inteligencia artificial, mientras se fomenta el desarrollo de habilidades emocionales en los estudiantes para un aprendizaje integral y efectivo.